martes, 21 de febrero de 2012

EN COLOMBIA: VIOLENCIA Y MEDIO AMBIENTE

 
Actos de resistencia
Por. Victor Hugo
 
El pasado 14 y 15 de febrero, los habitantes de La Honda, en el Municipio de Gigante, Huila, fueron violentamente reprimidos y desalojados por los antimotines de la policía colombiana.

Los sucesos se presentaron cuando un grupo de pescadores protestaba pacíficamente por el desvió que se tiene contemplado del rió Magdalena en la construcción de la Hidroeléctrica del Quimbo; igualmente, por la destrucción del puente del "Paso del Colegio" que mantienen incomunicado al suroccidente del Huila y el Oriente Caucano con Neiva, hace más de seis meses; además, de la expedición inconsulta de la licencia ambiental de nueve pozos petroleros que afectaran gravemente el Páramo de Miraflores y con ello el agua potable de la región.

Aunque, ya la Contraloría General de la Nación notificó la apertura de investigación al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible y la CAM, por presuntos vicios e irregularidades en la expedición y modificaciones de la licencia ambiental del proyecto el Quimbo. Así mismo, el ente de control manifestó que existen inconsistencias técnicas en el diagnóstico ambiental de alternativas que presentó Emgesa y responsabiliza a la multinacional por la destrucción del puente del "Paso del Colegio", porque no realizaron los estudios rigurosos de sismicidad en la zona.

Adicionalmente, el 15 de febrero fue detenido por seis horas el ciudadano italiano Bruno Federico, periodista de Sintrainal, cunado documentaba estos hechos: “Me detuvieron y fui conducido por las autoridades de Policía al Municipio de El Hobo y luego a Neiva, donde después de revisarme los documentos y constatar que estaban bien me dejaron en libertad", señaló el extranjero al periódico La Nación,  que circula en el departamento del Huila.

Mientras esto sucedía el 15 de febrero, el presidente Juan Manuel Santos se dedicaba a jugar en el Abierto de Golf de Bogotá, con el expresidente norteamericano Bill Clinton y el petrolero Frank Giustra de Pacific Rubiales Energy Corp, multinacional que patrocinó el evento deportivo y que hoy es insistentemente cuestionada por sectores ambientalistas del país, dado que una de sus empresas tiene vínculos financieros con el proyecto de explotación maderero en el Chocó, que está acabando con las selvas del pacífico colombiano.

Dicho de otro modo, este negocio autorizado por Codechocó en el 2006, bajo la licencia de aprovechamiento forestal, mediante la Resolución 2293, le permite explotar durante 15 años algo más de cinco millones de metros cúbicos de madera a la REM Forest Products, cuyo dueño es el canadiense Frank Giustra, quien tiene estrechas relaciones económicas con Pacific Rubiales Energy Corp, Medoro Resources, Alange Corp y Gran Colombia Gold; de esta manera, se deja al descubierto que no se trata sólo de un proyecto de maderero, sino que tiene previsto la explotación aurífera y petrolera.

Sin embargo, se conoce por estos días, que el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Frank Pearl, revisa la licencia ambiental del proyecto forestal, por diversas denuncias que organizaciones ambientalista y comunitarias han hecho del mismo. Aunque después del partido de golf del Country Club de Bogotá, es probable que todo siga igual; es decir, el país continuará siendo un espectador más de la destrucción de su patrimonio natural, lo que se constituye en la riqueza más preciada del país: sus recursos naturales y con ello su biodiversidad.

Así se forja la “prosperidad democrática”: venden lo poco que nos queda a los colombianos y defienden los intereses de las multinacionales, mientras destruyen el país y a sus comunidades campesinas. Entre tanto, el Estado ofrece como única respuesta la violencia.

Finalmente, a pesar de la realidad y las evidencias, los medios comerciales de información guardaron silencio y sólo se dedicaron a mostrar los detalles “chic” del partido de golf.  

Vídeo: Bladimir Sánchez Espitia, Realizador Audiovisual.

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